Comer en Venecia: La Zucca

Llegamos a la Stazione di Venezia Santa Lucia cerca del mediodía, acompañados por un sol desvergonzado y agobiante.

Al contrario de lo que nos habían contado, Venecia huele a salsa para pizza, y sus callecitas nos recordaron bastante a Laberinto, orientándonos de un lado a otro con flechas dibujadas en el piso y en las paredes. Como Ale se ubicó bastante rápido con el mapa que nos entregaron en la recepción de nuestro Hotel, enseguidita nos adentramos en el corazón de estas 118 pequeñas islas en busca de un lugar donde almorzar rico y liviano.

Haber encontrado Osteria La Zucca (a.k.a. “La Calabaza”) fue un alivio no sólo para nuestras pancitas hambrientas, sino también para nuestros pies cansados. La carta ofrecía una gran variedad de platos compuestos por frescos vegetales de estación, lo cual resultó una excelente opción para los 32ºC con los que nos recibió Venecia.

Elegimos sentarnos en una de las mesitas ubicadas afuera, con vista a un precioso canal.
El lugar aún se estaba despertando, por lo que nos tomamos nuestro tiempo para decidir qué pedir.
Meanwhile, acompañamos nuestra lectura de la carta con una copa de Cabernet Sauvignon della casa y dos aguas de mezzo litro que contribuyeron a refrescar nuestros corazones.

¿Qué pedimos?
Tortino di patate, asparagi, zucchine e pecorino dolce (papas gratinadas, espárragos, zucchini y queso pecorino dolce), por €7.
Lasagne con zucchine, mandorle e fiori di zucca (lasagna con zucchini, almendras y flores de calabaza), por €12.
El sabor y la textura que tenía esta Lasagna era de no creer… cremosa y para nada pesada! Una exquisitez digna de ser probada, háganme caso.
El postre compartido, fue una Pannacotta con lamponi freschi (panna cotta con frambuesas frescas), por €7.

Si nos permiten, fue la mejor comida que probamos en Venecia.
Muy muy recomendado!