Receta

Pancitos de Pascua

Por mucho que en casa nos gusta cocinar, todo lo relativo a “hacer” pastelería nos resulta una canción completamente diferente. Es una ciencia tan exacta eso de medir y mezclar los ingredientes con precisión, seteando temperaturas de horno y tiempos de cocción que no pueden ser ni más ni menos que los indicados, que siempre le tuvimos un cierto respeto, del tipo de respeto que se le suele tener al mar. Eso no significa que, de tanto en tanto, no nos animemos con alguna receta que nos tiente, como nos pasó con estos pancitos de Pascua (aka Hot Cross Buns) que nos parecieron la ofrenda ideal para compartir con nuestra familia en la mesa pascual dominguera.

Nuestra experiencia

  • Luchamos bastante con la masa y su amasado (de ansiosos que somos, más que nada), pero finalmente pudimos domarla acorde a las instrucciones.
  • La mezcla de harina y agua con la que se logra la pasta para hacer la cruz que va por encima de los pancitos nos quedó muy líquida (no pregunten porque no sabemos qué pasó jajaj) y fue absorbida por los mismos panes durante su tiempo de horneado (a las fotos nos remitimos), pero supimos salir del agua rehaciendo la cruz con un glaseado de limón que -para nuestro gusto- fue una muy buena adición.
  • El resultado fue un ejército de 16 pancitos gordos y brillantes (la receta dice que salen 12, pero tal vez los hicimos más chiquitos de lo que debían ser), dulces pero no tanto y de masa esponjosa y ligeramente especiada, que fue recibido de brazos abiertos y bocas dispuestas por todos nuestros comensales.

Sobre el origen de los pancitos

El panecillo de Pascua es un bollo redondo hecho de masa rica en levadura que contiene harina, leche, azúcar, manteca, huevos, pasas y especias, como canela, nuez moscada, pimienta de Jamaica, y clavos de olor. En Inglaterra, son comidos tradicionalmente en el Viernes Santo. Están marcados con una cruz, ya sea con cortes en el bollo o con tiras de masa. La marca es de origen antiguo, relacionada con las ofrendas religiosas de pan, que sustituyeron a las menos civilizadas ofrendas de sangre. Los egipcios ofrecían pequeños pasteles redondos, marcados con una representación de los cuernos de un buey, a la diosa de la luna. Los griegos y los romanos tenían prácticas similares y los sajones comían bollos marcados con una cruz en honor de la diosa de la luz, Eostre, de cuyo nombre deriva el de la Pascua (Easter). De acuerdo a la superstición, los panecillos de pascua y todo pan horneado en el Viernes Santo nunca se pone mohoso, y a veces se guardaban como amuletos de un año a otro.
Fuente: FoodTimeline.org (la traducción es nuestra)

Pancitos de Pascua

Hot Cross Buns – Good Friday Buns

Ingredientes

(para 12 panecillos)

Para los pancitos

  • 200 ml de leche
  • 55 g de manteca
  • 14 g de levadura en polvo
  • 455 g de harina
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de jengibre en polvo
  • ½ nuez moscada
  • 55 g de azúcar
  • 1 huevo grande
  • 2 cucharadas de harina (para la cruz)
  • 55 g de pasas de uva sultanas y arandanos deshidratados
  • 2 cucharadas de miel

Para el glaseado

  • 1 taza de azúcar impalpable
  • 1 limón

Preparación













Mezclamos la leche y 50ml de agua en una sartén pequeña y la colocamos a fuego lento unos minutos hasta que esté tibia, como para poder meter un dedo y no quemarnos.
Mientras, derretimos la manteca en el microondas o sobre fuego lento y reservamos.
Ponemos la leche tibia en un bowl mediano y le incorporamos la levadura.
Tamizamos la harina en un bowl grande y agregamos la sal, la canela, el jengibre, la nuez moscada y el azúcar.
Hacemos un pocito en el medio y lo llenamos con la manteca derretida, seguida de la leche con levadura. En un recipiente aparte, revolvemos el huevo antes de incorporarlo a la mezcla principal.
Usando un tenedor, mezclamos bien hasta tener los comienzos de una masa, para luego pasarla a una superficie de trabajo enharinada donde amasaremos durante unos 10 minutos (sean pacientes!), hasta tener una masa suave y elástica.
Ponemos la masa en un bowl enharinado, lo cubrimos con un repasador húmedo y lo dejamos levar en un lugar cálido durante una hora, o hasta que doble su tamaño.

Colocamos la masa nuevamente en una superfice enharinada. Le quitamos el aire golpeandola con los puños y le agregamos las pasas de uva. Amasamos por 1 o 2 minutos más.
Precalentamos el horno a 190ºC (medio-alto).
Dividimos la masa en 12 partes iguales y hacemos una bolita con cada uno. Los colocamos en una fuente para horno previamente enmantecada, dejando un poco de espacio entre cada uno. Cubrimos los pancitos con el repasador húmedo, y lo dejamos levar en un lugar cálido por otros 30 minutos, hasta que doblen su tamaño.

Para la cruz que va por encima, vamos a mezclar 2 cucharadas de harina con 2 cucharadas de agua en un bowl pequeño hasta obtener una pasta (si no les queda, agreguen un poco más de harina). Con una cuchara o una manga, dibujamos una cruz sobre cada pancito.

Horneamos los pancitos de 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados. Los retiramos del horno y los cubrimos con la miel para que queden brillantes.

Ya sea que les pase como a nosotros y la mezcla de harina y agua no les funcione para el armado de la cruz (sabemos que mezclar harina y agua y hacer una masa es algo sencillo, pero a veces hasta lo más sencillo puede no funcionar!), o que simplemente quieran darle un toque dulce/alimonado a sus pancitos pascuales, acá les pasamos las instrucciones para el glaseado: mezclen el jugo del limón con el azúcar impalpable hasta que se disuelva bien, y refuercen con el glaseado la cruz previamente marcada sobre cada pancito.

Fuente

Una receta del ídolo de Jamie Oliver.

De fondo



Sea Saw, de Lisa Hannigan.

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