Hacía rato que teníamos ganas de hacer una receta con conejo. Y estos primeros fresquitos otoñales que tan cómodos se han instalado en la ciudad resultaron la excusa perfecta para sacarnos las ganas.
Encargamos la carne, compramos todas las verduras y hasta conseguimos el arroz salvaje (también conocido como “el caviar de los granos”) que serviríamos como guarnición. Pero faltaba un elemento clave que no podíamos dejar librado al azar: el vino con el que maridar la ocasión.
Hablamos con una sommelier amiga y le contamos nuestra idea: conejo estofado, almuerzo con familia que gusta de probar buenos vinos, otoño. Sin dudar, nos recomendó un Primogénito Pinot Noir 2010 de Bodegas Patritti, cuyos toques florales y notas tostadas resultarían perfectos para acompañar nuestro almuerzo de estación.
Llegó el domingo y arrancamos con el show.
Dejamos las ciruelas descansando en el coñac. Lavamos y picamos las zanahorias, los tallos de apio, las cebollas.
Empolvamos los trozos de conejo en harina y los hicimos crujir al sellarlos en aceite caliente.
Salteamos las verduras, las hierbas y la panceta, toda ella tan rosada y exquisita.
Justo antes de traer el conejo y las ciruelas de nuevo a la fiesta, recuperamos el sabor olvidado en el fondo de la olla con un poco del Pinot. Y mientras la casa se llenaba de aromas a tomillo y laurel, pusimos la mesa para 6.
La degustación comenzó momentos antes de servir el conejo y se extendió hasta los primeros bocados de nuestras porciones. Abordamos las copas con todos nuestros sentidos, esperando que el vino nos revelara sus más íntimos secretos.
Así lo descubrimos rojo brillante y perfumado, silvestre y frutal, con un suave dejo a madera. Equilibrado y honesto, todos coincidimos en que este Pinot resultó el compañero ideal para nuestro reconfortante estofado otoñal.
A continuación les dejamos la receta para que -como en casa- festejen la llegada de la estación más linda de todas disfrutando de una rica comida junto a un muy buen vino.
Estofado de Conejo
Slow-cooked Rabbit Stew
Ingredientes
- 140g ciruelas pasas
- 50 ml coñac
- 2 conejos, cortados en trozos
- Harina
- Aceite
- 3 lonchas de panceta ahumada, cortada en tiras finas
- 2 zanahorias picadas
- 1 cebolla picada
- 2 tallos de apio picados
- 1 diente de ajo machacado
- 2 ramitas de tomillo
- 1 hoja de laurel
- 150 ml de vino tinto, el mejor que puedas conseguir
- 500 ml de caldo de pollo
- Un poco de perejil picado (para servir)
- Opcional: 2 tazas de arroz salvaje. También puede utilizarse arroz común.
Preparación
El conejo
Ponemos las ciruelas pasas en un bowl con el brandy y dejamos en remojo.
Salpimentamos los trozos de conejo y empolvamos cada uno con la harina.
Calentamos el aceite en una olla y sellamos el conejo hasta que esté dorado. Retiramos y reservamos.
En la misma olla, agregamos la panceta, las verduras, el ajo y las hierbas y salteamos durante 5 minutos, hasta que todo empiece a tomar color.
Incorporamos el vino y desglasamos bien el fondo de la olla. Incorporamos los trozos de conejo y las ciruelas, añadimos el caldo de pollo hasta cubrir todo, tapamos y dejamos cocinar por 1 hora y 15 minutos, o hasta que el conejo esté totalmente tierno, revolviendo ocasionalmente.
El arroz salvaje
Para 2 tazas de arroz salvaje, ponemos a hervir 6 tazas de agua. Cuando rompa el hervor, incorporamos el arroz, bajamos el fuego a mínimo, tapamos la olla y dejamos cocinar entre media hora a 40 minutos, hasta que esté tierno.
Colamos y presentamos en una fuente.
Armado del plato
Servimos un trozo de conejo acompañado del arroz salvaje, y espolvoreamos todo con un poco de perejil picado.
Fuente
Una receta que encontramos en Good Food y que adaptamos para hacer a la cacerola en lugar de en el horno.
De fondo
Herb Alpert Presents, de Sergio Mendes & Brasil ’66.
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